Una nueva historia llegó a la redacción de Notihumor. Un hombre de Resistencia esperó con ansiedad la reapertura del gimnasio para poder mejorar su estado físico y su apariencia.
Tomó un turno, siguió todos los protocolos y comenzó su entrenamiento. Como estaba fuerza de estado, todos los ejercicios le costaban mucho, y cada repetición era una mueca de esfuerzo en su rostro, el que día a día se iba deformando.
Así fue, que luego de varias semanas, mejoró algo su condición física pero su rostro lamentablemente tomó una forma monstruosa.
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