La tranquilidad de la ciudad se vio perturbada esta mañana cuando la División de Explosivos de la Policía local inició una búsqueda exhaustiva de un hombre, cuya identidad aún se desconoce, que según las autoridades, podría estar emitiendo “detonaciones de alta potencia”.
Al parecer, todo comenzó ayer cuando el hombre en cuestión se sentó a cenar con su bella esposa. En el menú del día, un plato típico de la región: porotos con batata. Sin embargo, lo que parecía ser una comida inofensiva se convirtió en una bomba de tiempo digestiva.
Según las investigaciones preliminares, el hombre, con tal de no herir los sentimientos culinarios de su esposa, devoró una cantidad desproporcionada de porotos con batata. La combinación de legumbres y tubérculo, conocida por sus efectos flatulentos, desencadenó una tormenta de gases intestinales de proporciones épicas.
Temiendo la reacción de sus familiares y vecinos, el hombre decidió salir a caminar al aire libre para evitar que sus estruendos intestinales perturbaran la paz del hogar. Sin embargo, lo que no previó fue que su paseo se extendería por varias horas, sin dar señales de vida.
Ante la prolongada ausencia y la preocupación de sus familiares, quienes alertaron a las autoridades, la División de Explosivos se vio obligada a intervenir. Con equipos especializados para detectar explosiones, la policía comenzó a rastrear la ciudad, siguiendo la ruta presumible del hombre y sus “detonaciones”.
Hasta el momento, la búsqueda continúa sin resultados. Los expertos en explosivos advierten que la situación es delicada, ya que las “detonaciones” podrían intensificarse con el paso del tiempo. Se recomienda a la población mantener la calma y evitar acercarse a cualquier individuo que muestre signos de flatulencia extrema.
La historia, que ha generado gran revuelo en las redes sociales, ha sido tomada con humor por muchos, quienes bromean sobre la capacidad destructiva de los porotos con batata y la valentía del hombre para enfrentar su propio “arsenal digestivo”.
Sin embargo, las autoridades instan a la comunidad a no subestimar la situación y reportar cualquier información que pueda ayudar a localizar al hombre y evitar un incidente más grave. La búsqueda continúa, y solo el tiempo dirá si el hombre logra regresar a casa sano y salvo, o si la División de Explosivos tendrá que intervenir para neutralizar su “amenaza gaseosa”.