Un automovilista se acercó a la redacción de Notihumor para contarnos una situación que le tocó vivir mientras aguardaba el semáforo.
“Me detuve porque estaba en rojo. En ese momento fijé la mirada en el semáforo esperando que aparezca el verde. Cuando me dí cuenta ya tenía al trapito limpiando mi parabrisas, obviamente sin que le pida”, nos explicó.
El joven me exigió el pago por su trabajo pero yo no tenía ningún billete. “Ñieri, la deuda ya fue contraída. Desde ahora soy tu acreedor”, me reclamó.