La hija de Aidar lo encontró inmovilizado boca abajo en la cama y corrió a buscar ayuda de los vecinos en la ciudad rusa de Novokuznetsk. Una vecina que vio la escena explicó que la pareja estaba en medio de una pelea doméstica.
Una mujer mató a su esposo cuando se le sentó y lo aplastó contra la cama. Ahora, ella deberá enfrentar una dura pena ante la Justicia de Rusia. Lo habría asfixiado con sus nalgas hasta matarlo, en una supuesta pelea mientras estaban borrachos.
Tatyana O., de 45 años, supuestamente se negó a liberar a su marido, Aidar, incluso cuando él le “suplicó”, informó el portal East2West News.
La hija de Aidar lo encontró inmovilizado boca abajo en la cama y corrió a buscar ayuda de los vecinos en la ciudad rusa de Novokuznetsk, según el medio de comunicación, que citó pruebas en el caso. Una vecina que vio la escena explicó que la pareja estaba en medio de una pelea doméstica.
Cuando llegó la ambulancia, Aidar ya estaba muerto. Ante la Policía, Tatyana afirmó que simplemente quería calmar a su esposo después de haber estado bebiendo alcohol. Aidar murió de “asfixia por bloqueo del sistema respiratorio”.
De acuerdo a las pericias, Tatyana se sentó sobre el cuello de su marido, que estaba boca abajo y tenía su rostro aplastado contra el colchón. “Usó sus piernas para que no pudiera levantarse”, según un examen médico.
Durante un juicio, Tatyana fue condenada por causar la muerte por negligencia después de que se retirara un cargo de asesinato, ya que aparentemente “no tuvo intención de matarlo”. No fue a la cárcel, pero la sentenciaron a 18 meses de trabajo comunitario y se le ordenó pagar alrededor de 3000 dólares por “daños morales”.
Pero el Comité de Investigación anunció en las últimas horas que pedirá que se la vuelva a acusar por asesinato, ya que lo hizo estando enojada “después de beber en exceso”. Al parecer, una vez que Aidan dejó de dar señales de vida, “la acusada, asustada, lo sacudió y le gritó que despertara”.
Fuente: ElTribuno