Ante el rumor de que regresan las clases, pero en las escuelas rurales, los piojos se dirigen en vuelos cortos hacia ese destino.
Unos pocos piojos que lograron sobrevivir se dirigen hacia las escuelas rurales luego de pasar casi todo el año sin poder alimentarse en las escuelas de la ciudad, esperando que regresen los niños y sus cabelleras a clases.
La falta de clases presenciales fue un golpe durísimo para la especie, unos pocos, los más fuertes pudieron sobrevivir, explicó mientras se rescaba, un piojólogo de la Universidad Nacional del Nordeste.
Fabricantes de champús y peines para piojos vieron con agrado la vuelta a clases, aunque sea en escuelas rurales. “Algo es algo”, habrían señalado.