Un matrimonio fue a disfrutar del fascinante carnaval correntino. Al ritmo de la música samba sus ojos se maravillaron con los trajes y los cuerpos esculturales, tanto de mujeres como de hombres.
Pensaron que todo esto los iba a motivar al regreso para el encuentro amoroso pero cuando se vieron desnudos, se largaron a llorar desconsoladamente.
Con lágrimas aún en los ojos, la pareja decidió consultar con un terapeuta y así poder sortear este trance.
El profesional les aconsejó que traten de no compararse con esos bellos cuerpos y se enfoquen en los sentimientos de amor y cariño a la hora de la intimidad, o bien que apaguen absolutamente todas las luces. Por ahora, optaron por la última opción.